Bocio multinodular


La palabra “bocio” se refiere unicamente a a que la glandula tiroidea está aumentada de tamaño. Se llama Bocio Multinodular a un bocio con varios nódulos. Si alguno de los nódulos o varios de ellos funcionan de una forma muy activa entonces se trata de un Bocio Multinodular Hiperfuncionante, aunque la mayoría de los bocios multinodulares son normofuncionantes (secretan la cantidad normal de tiroxina).

La degeneración multinodular parece ser una enfermedad evolutiva, hay algunos grupos de células en el tiroides que no responden bien al control de la hipófisis (donde se secreta la hormona TSH) y crecen a un ritmo distinto de las células tiroideas normales. Es una enfermedad benigna y es auténticamente excepcional el que pueda degenerar en un Cáncer de Tiroides.


Generalmente se diagnostica a partir de los 35 ó 40 años, ya que esas células atípicas tienen un crecimiento muy lento. El diagnóstico se hace porque se note el bulto o porque el médico lo palpe y se confirma con una ecografía. Ademas la ecografia sirve para medir el tamaño del tiroides y el de los nódulos, es decir, para controlar la evolución.

 


Bocio multinodular

¿Qué síntomas produce?

Lo suele advertir el paciente por un nodulo en el cuello (el mas grande y el mas superficial) y a veces se lo señalan los demás. En algún momento se nota un abultamiento en el cuello, que él cree reciente, aunque lleva años evolucionando.


En otras ocasiones son las molestias compresivas las que le hacen acudir al médico. Siente sensación de opresión en el cuello y quizá dificultad al tragar. Se trata de procesos ya evolucionados y con un tamaño apreciable, que ocasionan desplazamiento traqueal y producen dificultades al deglutir.


¿Cómo se diagnostica?

Las técnicas de imagen como la ecografía, la TAC o la RMn son esenciales para su diagnostico. A menudo basta con la ecogafia y un estudio analítico con determinación de hormonas tiroideas y la TSH (cerebro). La TAC y RMN son útiles en casos de extensión retroesternal.

¿Cómo se trata?



Habitualmente el tratamiento suele ser quirúrgico. Inicialmente se puede establecer tratamiento con tiroxina para frenar el funcionamiento de la glandula pero esto solo funciona en un 30-40% de los casos y suele recidivar al suspender la medicación. Los criterios para indicar la cirugía no están claros pero , en general, un crecimiento de alguno de sus nódulos y la falta de repuesta al tratamiento hormonal suele derivar en cirugía.