La enfermedad hemorroidal es un trastorno medico muy frecuente y se estima que la mitad de la población mayor de 50 años de los países desarrollados sufre o ha sufrido hemorroides sintomáticas. Esta incidencia tan elevada obliga a descartar otras enfermedades con sintomatología similar, concretamente tumores (benignos y malignos), sobretodo porque los pacientes (y también los médicos) suelen identificar, con demasiada premura, las hemorroides como el foco de sus problemas. Esta actitud favorece la automedicación y explica los errores y retrasos diagnosticos.
¿Qué son las hemorroides?
El término hemorroides se refiere a dos estructuras vasculares diferentes: el plexo hemorroidal interno (hemorroides internas , endoanal) y el plexo hemorroidal externo (subcutánea, hemorroides externas). En realidad son estructuras anatomicas normales que hacen un efecto de almohadillado en el ano y que se hacen patológicas cuando se agrandan y se descuelgan.
¿Por que se desarrollan?
Se desconoce la causa exacta, sin embargo, la postura erguida de los seres humanos obliga a una gran presión sobre las venas rectales, que a veces les lleva a abultarse. Otros factores incluyen: envejecimiento, estreñimiento crónico o la diarrea, embarazo , factores hereditarios, grandes esfuerzos durante las evacuaciones , pasar largos períodos de tiempo (por ejemplo, la lectura) en el inodoro. Cualquiera que sea la causa, los tejidos de soporte del plexo se debilitan y como resultado, los vasos se dilatan, sus paredes se adelgazan y sangran.
¿Cuáles son los síntomas?
Fundamentalmente el sangrado , siempre relacionado con la deposición, de color rojo brillante y separada de las heces. Habitualmente se acompañan de alguna secreción entre las deposiciones y de alguna molestia anal (si aparece dolor importante hay que sospechar enfermedad asociada o hemorroides complicadas), prurito anal y salida espontanea de bultos por el ano.
¿Hace falta alguna técnica especial para su diagnóstico?
Habitualmente no. Simplemente una correcta entrevista con su coloproctologo bastara para el diagnostico. La exploración consistirá en un simple tacto rectal de manera suave y se puede complementar con una exploración mediante un anuscopio acoplado a una fuente de luz.
¿Cómo se tratan las hemorroides?
Los síntomas leves se pueden aliviar con frecuencia al aumentar la cantidad de fibra (por ejemplo, frutas, verduras, panes y cereales) y líquidos en la dieta. La eliminación de esfuerzo excesivo reduce la presión sobre las hemorroides y ayuda a evitar que sobresale. Un baño de asiento - sentarse en agua tibia durante unos 10 minutos - también puede proporcionar algún alivio.
Con estas medidas, el dolor y la hinchazón de la mayoría de las hemorroides sintomáticas se reducirá en dos a siete días. En los casos de dolor severo o persistente de una trombosis hemorroidal, el médico puede optar por eliminar las hemorroides que contiene el coágulo con una pequeña incisión. Se realiza bajo anestesia local en forma ambulatoria.
En hemorroides mas severas se pueden requerir un tratamiento especial, muchos de los cuales se puede realizar de forma ambulatoria. El mas eficaz en hemorroides de mediana envergadura es la Ligadura elástica o BANDING - el tratamiento banda de goma - funciona eficazmente en las hemorroides internas que sobresalen al defecar. Una pequeña banda de goma se coloca sobre las hemorroides, cortando su suministro de sangre. Las hemorroides y la banda se caen en pocos días y la herida por lo general se cura en una semana o dos. Este procedimiento a veces produce una leve molestia y sangrado y puede ser necesario repetir para un efecto completo.
En casos graves se requerirá intervención quirúrgica mediante la hemorroidectomía - cirugía para extirpar las hemorroides - es el método más completo para la eliminación de las hemorroides internas y externas. Estea se puede realizar con electrocoagulación o con aparataje de radiofrecuencia (menos doloroso). La hemorroidectomias con láser no ofrecen ninguna ventaja sobre las técnicas quirúrgicas estándar. También son muy caros, y contrariamente a la creencia popular, no son menos dolorosas.
La cirugía hemorroidal es la técnica que ha dado clásicamente mala prensa a la proctología. La clave del tratamiento es acudir a un proctólogo experimentado que le asesore con el mejor tratamiento y sobretodo ofrecer el tratamiento idóneo para su grado hemorroidal.